Mucho se ha hablado, dentro de la industria alimentaria, sobre los alimentos orgánicos y podríamos pensar que su origen se remonta a sólo algunos años atrás; sin embargo, la realidad es que los alimentos orgánicos se han consumido siempre, es sólo que ahora se le ha puesto el título de orgánicos.

Pero entonces… ¿qué es lo que hace diferentes los alimentos orgánicos de los alimentos convencionales? Los alimentos orgánicos son aquellos que se producen de forma natural, sin que se someta a algún tipo proceso que acelere su crecimiento o que genere mayor producto en un corto tiempo. Este tipo de procedimientos se empezaron a utilizar cuando el número de personas sobrepasaba la cantidad de alimento que se tenía, por lo que la industria alimentaria se dio a la tarea de buscar algún sistema que ayudara a acelerar la producción de los alimentos. 

La razón por la que los alimentos orgánicos son más costosos es porque tardan más tiempo en obtenerse y es menor la cantidad que se produce. La ventaja de consumir estos alimentos es que existe la seguridad de que no contiene ningún aditamento o no ha sido manipulado por la mano del hombre durante su producción. Esto va tanto para vegetales, como para animales y alimentos de origen animal. 

Sin lugar a duda, hay diferencia entre consumir un huevo obtenido de una gallina de corral, la cual tal vez ponga 3 a 5 huevos a la semana, en comparación con un huevo que ha sido puesto por una gallina de un criadero de gallinas que pone 7 huevos por semana como resultado del alimento que ingiere y las características especiales del medio ambiente. 

Estudios muestran que los alimentos orgánicos contienen una mayor cantidad de nutrimentos y una menor concentración de sustancias que puedan afectar a la salud, como los pesticidas. Incluso algunas hipótesis plantean que la ingesta frecuente de alimentos orgánicos disminuye, de forma importante, la probabilidad del desarrollo de cáncer. Una de las desventajas actualmente es la complejidad de abastecer alimentos de manera orgánica a toda la población en el mundo, simplemente sería complicado. 

  Entonces… ¿qué se puede hacer?  

Dentro de la industria alimentaria, ya existen cada vez más alimentos orgánicos, los cuales se pueden integrar a la dieta, de forma ocasional, ofreciendo así alimentos naturales al cuerpo sin afectar tanto al bolsillo. 

Tal vez se puedan producir algunos alimentos de forma individual. Hay familias que manejan huertos o viveros pequeños, en algún espacio de sus hogares. Esto, definitivamente no cubriría los requerimientos nutricionales totales de la familia, pero sí ofrece la oportunidad de ingerir alimentos naturales, frescos, nutritivos y libres de químicos, durante algunas épocas del año. 

Producir algunos de los alimentos que se van a ingerir en casa, brinda la oportunidad de conocer el proceso de crecimiento y todo lo que esto conlleva, lo que, a su vez, hace que las personas valoren aún más a la naturaleza.

Consumir alimentos orgánicos, además de ayudar a la salud, también genera un beneficio a la naturaleza, ya que la producción de este tipo de alimentos tiene una afectación mucho menor sobre el medio ambiente. Es momento de buscar una forma de ayudar a nuestro ecosistema, ya que al final, nuestras vidas dependerán de ella.