Plan de alimentación familiar ¡Si se puede!

Plan de alimentación familiar ¡Si se puede!

En algunos artículos previos, se han planteado tanto los beneficios de trabajar un plan de alimentación en pareja, así como el impacto favorable que tiene el apoyo de la familia en la buena alimentación individual. Ahora bien, ¿es posible que se pueda llevar a cabo un plan de alimentación familiar? La respuesta es…¡por supuesto que sí! Aquí lo interesante es que toda la familia esté dispuesta a trabajar, en forma conjunta, con dicho programa nutricional.

El primer paso que se tiene que hacer es acercarse con un nutriólogo/a y compartirle que se desea llevar a cabo un plan de alimentación donde todos los integrantes de la familia participarán. Para esto se deberán de tomar en cuenta los siguientes puntos:

• Aunque el plan de alimentación sea grupal, la valoración nutricional es individual, por lo que se deberá tomar en cuenta el tiempo total de la consulta. Es decir, si el tiempo estimado para la valoración de una persona es de 45 min aprox, si son 4 integrantes en la familia, en total la consulta durará 180 min., equivalente a 3 hrs. Si no se cuenta con el tiempo suficiente para la consulta, ya sea por el profesional o por la familia, se pueden programar diferentes consultas, sólo puntualizando en que el plan de alimentación será el mismo. Los tiempos podrían variar, dependiendo del trabajo de cada especialista; sin embargo, sí es importante tomarlo en cuenta al momento de programar la cita.

• El requerimiento de cada persona es diferente y las cantidades de alimentos también los serán. Es importante que se respete esto y que no se tome tan a la ligera en querer consumir lo mismo que otro de los integrantes. Esto podría hacer la diferencia en si se logra llegar a la meta establecida dentro del plan de alimentación.

• Si un integrante de la familia presenta algún padecimiento, lo más probable es que se tengan que tomar en cuenta algunas restricciones dentro del plan de alimentación general, todo esto, sin que se ponga en riesgo la salud de ningún integrante. Por ejemplo, si alguien tuviera diabetes, en el plan de alimentación general se verá un control estricto de la ingesta de alimentos ricos en azúcar. Esto ayudará, de forma importante, en que el familiar que tenga dicha enfermedad se sienta apoyado, y sea mucho más fácil para él llevar a cabo dicho plan.

• Algunas metas podrían ser diferentes, pero se buscaría establecer fechas similares para cada uno de los participantes. Por ejemplo, la meta de la primera semana, para el pequeño de la casa, será dejar de consumir refresco, para mamá disminuir la ingesta de frituras y para papá aumentar el consumo de verduras. Esto ayudará a incentivar el trabajo de cada uno de los integrantes.

Uno de los grandes beneficios de tener un plan de alimentación familiar, es el hecho de que no será necesario realizar un menú diferente por cada integrante de la familia. Se diseña un solo menú, en el cual, sólo se tendrán que controlar las cantidades de cada alimento. En el caso explícito de que alguien necesite un control muy estricto de algún grupo de alimento o nutrimento, se podrían eliminar, de forma específica, sólo en la dieta de dicha persona, pero seguiría siendo el mismo menú. Con esto se ahorraría tanto tiempo como dinero, al no tener que comprar alimentos diferentes para cada persona.

Dentro del servicio de Nutrición, en Orienta, profesionales en esta disciplina pueden desarrollar este tipo de plan de alimentación, sólo es cuestión de ponerse en contacto con nosotros. Recordemos que los hábitos de alimentación de una persona están determinados, en gran proporción, por el estilo de vida que se tiene en casa. Si en el hogar se empiezan a generar hábitos saludables y una alimentación nutritiva, será mucho más fácil que se pueda continuar, de forma individual, con dichos hábitos de por vida.