Autoestima y las relaciones tóxicas

Autoestima y las relaciones tóxicas

Algunas corrientes psicológicas impactan en la sabiduría popular, al punto que, cuando los profesionales de la salud mental revisan dicha información que se utiliza, comúnmente, encuentran varias imprecisiones en los supuestos que se venden como verdades absolutas.

Una de estas aseveraciones habla de las relaciones tóxicas. Como profesional de la psicología, me parece importante que ubiquemos que las relaciones toxicas, como tales, no están presentes en ninguno de los manuales diagnósticos de salud mental. 

Sin embargo, este término es usado para nombrar diferentes fenómenos que ocurren en las relaciones, principalmente de pareja, que hacen referencia a que tenemos ciertos comportamientos que lastiman al otro. 

Es por ello, que es fundamental abordar la temática validando la utilización del término. 

Empecemos por ubicar que las personas que viven una relación a la que le dicen tóxica, suelen sentir: 

  •  Inconformidad en la relación 

• Sensación de control y asfixia por parte de la pareja

• Hay violencia en la relación, desde descalificaciones, desconfianza, celos, traiciones, golpes, jaloneos, faltas de respeto, etc.

• Sienten que su pareja les lastima, les genera problemas, no les apoya, etc.

También, se ubica que las personas sienten que el origen del por qué sostienen estas relaciones son:

• Baja estima

• Preocuparse y no querer abandonar a la pareja

• Sentir que no pueden salir adelante sin la persona

• Creen que todas las relaciones tienen problemas y que, por tanto, no está mal sostener una relación que les hace daño

Específicamente, hablando de la baja autoestima, la persona en cuestión puede percibir:

• Que no eres capaz de tener una relación mejor

• Que no te mereces una relación mejor

Reflexiona acerca de estos pensamientos, es probable que tengas que empezar a cambiar de creencias. Te comparto que, lo que pensamos es aprendido. Verifica de dónde sacaste que no eres capaz de tener una relación más saludable. De quién aprendiste estas creencias. La ventaja de nuestro desarrollo personal es que, un día esas ideas dejan de tener validez y podemos cambiarlas. Por ejemplo, creímos en los reyes magos hasta que descubrimos que no existían. Si siguieras creyendo en ellos, quizá estarías en riesgo, porque no tendrías compromisos con tus metas, sino que escribirías una carta esperando lo que pediste y nunca tendrías lo que necesitas. Si es tu momento de dejar tus viejas creencias, atrévete a ir hacia otra línea de pensamientos. Este no es un trabajo simple, requiere de paciencia y de tiempo; es probable que descubras que estás eligiendo nuevamente a personas que no te hacen bien, o que tienes actitudes que destruyen tu relación, pero te mantienes en ella.

Vas a ubicar más de una creencia relacionada con tu capacidad para tener una mejor relación, por lo que considera la opción de un acompañamiento profesional en psicología para lograrlo.

En cuanto a creer no merecer una pareja que te trate bien y te ame, localiza también, cuáles fueron las vivencias que te llevaron a tener ciertos estilos en cómo te relacionas. ¿Cómo fue que aprendiste a sentirte triste sin hacer nada? ¿A tolerar las agresiones o a ejercer violencia, y por qué empezaste a creer que no había otra manera de gestionar tu enojo, miedo o tristeza?

Hablar de autoestima no es como el color de tus ojos, que así naciste y así vas a morir. Es más bien, como el peso, cambia de acuerdo con tus elecciones, a las decisiones que tomas cada día, a cómo estás pasándola, los retos que enfrentas y en cómo los vas resolviendo. Por lo tanto, se pueden realizar acciones para mejorarla, por ejemplo:

• Acostúmbrate a felicitarte cada día

• Acepta tus emociones como energía para potencializar los cambios que necesitas hacer

• Ponte metas a corto plazo y cúmplelas, aprende a sentirte orgulloso de ti mismo. Algo tan sencillo como beber más agua o hacer 20 minutos de ejercicio pueden ser metas que repunten tu autoestima

• Haz planes a mediano y largo plazo, siempre siendo realista

• Acepta tus equivocaciones como parte natural de tu desarrollo

Si percibes que no puedes avanzar, ¡busca apoyo profesional!