
Factores que impactan en tu salud
Todos hemos escuchado, alguna vez, comentarios sobre ciertos productos o situaciones que creemos nos pueden generar, de manera definitiva, alguna enfermedad, por ejemplo: “no tomes eso porque te va a dar cáncer” o “me dio diabetes por un susto”; sin embargo, se trata más bien de la suma de múltiples factores, llamados factores de riesgo, que pueden llegar a desencadenar una enfermedad.
¿Qué es un factor?
Un factor es cualquier rasgo, característica o exposición que pueden modificar la probabilidad de aparición o no de una enfermedad, clasificándose en:
• Factor de riesgo: son aquellos que aumentan la probabilidad de sufrir una enfermedad o lesión.
• Factor protector: son los que disminuyen la probabilidad de enfermar.
Dentro de los factores de riesgo, existen aquellos que no podemos modificar como el sexo, edad, etc. y aquellos que podemos modificar como el consumo elevado de grasas. Aunado a esto, cada enfermedad tiene factores de riesgo específicos, por ejemplo: hay enfermedades que se presentan predominantemente en algunas razas; los mexicanos tienen casi el doble de probabilidad de padecer de enfermedad crónica del hígado y de cirrosis que los de raza blanca, o como, el Cáncer de Mama, que sucede casi exclusivamente en el sexo femenino, y así con cada enfermedad.
El día de hoy, hablaremos de forma general acerca de factores de riesgo comunes para diversas enfermedades y únicamente sobre aquellos que podemos modificar, como:
• Tabaquismo
• Dislipidemias: elevación de lípidos (colesterol, triglicéridos o ambos)
• Alcoholismo
• Consumo de drogas
• Sedentarismos: estilo de vida de quien realiza escasa o insuficiente actividad física.
• Sobrepeso u obesidad
• Bajo peso en la infancia
• Prácticas sexuales de riesgo
• Falta de higiene
• Deficiencias en el saneamiento
¿Qué acciones podemos realizar para disminuir los factores de riesgo modificables?
Para prevenir gran cantidad de enfermedades no transmisibles (no infecciosas), es fundamental modificar dichos factores de riesgo y aumentar los factores protectores, tanto de manera general, para mantener un estado de salud adecuado, así como, de forma particular, los específicos para cada enfermedad. Esto quiere decir que, de manera general, podemos mejorar nuestros hábitos logrando un impacto positivo en nuestra salud; sin embargo, también hay que tomar en cuenta los factores de riesgo de cada enfermedad a la cual pudiéramos estar expuestos, dependiendo de nuestra edad, antecedentes familiares, raza, sexo, etc.
Es importante comprender que si presentas un determinado factor de riesgo, no significa que vayas a desarrollar la enfermedad, así como, su ausencia tampoco va a garantizar que estés protegido frente a ella. Únicamente, recordemos que la suma de estos factores va a aumentar nuestra probabilidad de padecer dicha enfermedad en comparación con otras personas.
Cuida tu salud, promueve los hábitos positivos, como: mantener una alimentación balanceada, realizar actividad física, evitar el consumo de todo tipo de drogas, mantener una salud reproductiva, aplicar medidas higiénicas adecuadas, acudir a revisión médica de forma periódica y no únicamente cuando se tengan molestias, realización de estudios de sangre de manera constante, acudir y llevar un control de tus enfermedades ya existentes, y si cuentas con factores de riesgo, consulta a un especialista para que te oriente acerca de las acciones específicas para ti.