Amor a distancia

Amor a distancia

El amor a distancia siempre ha existido. Antes había personas que aceptaban compartir su información para contactar con otras personas por correo y entablar amistades, que a veces progresaban hacia relaciones de pareja. Las condiciones variaban, de acuerdo con las circunstancias culturales. Por ejemplo, los niños que entablaban comunicación con otros niños de países lejanos y cuya finalidad era conocer las diferencias culturales. Dicha actividad era promovida por las escuelas. Otro fenómeno ocurrido, era contactar a sus ídolos, cantantes, futbolistas o incluso reos. Las razones del contacto eran diversas y, por supuesto que, hubo historias de amor en algunos casos.

Hace alrededor de 25 años, se popularizó el correo electrónico y los chats, haciéndose cada vez más común contactar con extraños. Y hace 20 años, también surgieron plataformas que tenían la meta de unir a dos personas en el amor. Algunas, prometían análisis de afinidad a través de cuestionarios sobre gustos, valores, expectativas, etc.

En los últimos años, las aplicaciones ofrecen plataformas en donde se sube un perfil, con el objetivo de promover el estado “de disponibilidad” para diferentes tipos de relaciones de pareja (formales, informales, casuales, encuentros sexuales, etc.).

La pregunta es, si esta práctica denigra, lastima o es una acción de salud mental. La realidad es que, cada situación es particular, y depende de con quién se contacte y qué tipo de relaciones se establezcan, lo que nos llevaría a concluir si se está lastimando o nutriendo a una persona.

Si quieres experimentar o ya estás en estas plataformas, no olvides tomar precauciones generales. Cuida la integridad de tus datos, porque los fraudes electrónicos son comunes. A cualquier signo de violencia, establece los límites necesarios para protegerte. El asunto con la violencia es que, entre más sucesos vivimos, más complicado nos resulta salir de ahí, así que haz caso a las emociones como: tristeza, enojo o miedo, utilízalas para protegerte.

Evita tomar decisiones rápidas. Recuerda que, al estar a distancia de la persona con quien nos estamos relacionando, podemos recrear un ideal que quizá no corresponde a la persona real, por ejemplo, es común colocar más cualidades de las que tiene, dando por hecho, que es la pareja perfecta. Así que no renuncies a tu trabajo, ni a tu vida por irte a vivir con tu pareja que no conoces en persona.

Al iniciar una relación a distancia, es común que la persona que nos contacte no sea del todo honesta, ocultando situaciones que terminan por afectar la relación. Date tiempo para tratar a esa persona, explorar las cosas que los unen, identificar su modo de pensar y actuar, ante diferentes temas, revisar cómo te hace sentir, antes de tomar una decisión.

Si ya le conoces y sostienen la relación de pareja a distancia, quizá no logren dimensionar las diferencias existentes con mayor claridad y que esto te lleve a pensar que tienes una relación con alguien muy afín.

El amor a distancia es un reto, como cualquier relación, por mucha confianza y afecto que desarrolles; no olvides proteger tu integridad sexual. Evita los encuentros sexuales sin protección, porque podrías contraer alguna enfermedad de transmisión sexual (ETS).

Si consideras que la relación en el fondo te duele es probable que necesites consultar con un profesional, que te acompañe a identificar qué está ocurriendo contigo, es una oportunidad para auto conocerte y saber si es la relación en la que quieres estar.