Aprendiendo a hablarme con amor

Aprendiendo a hablarme con amor

Comienza el día consiguiendo una pluma y una hoja en blanco. Escribe cada vez que tengas un pensamiento o se te escape una frase o palabra en voz alta, que se refiera hacia ti de forma despectiva, grosera o de reproche.

Durante nuestra vida, generalmente, obtenemos una señalización de lo que hacemos mal, y, muy pocas veces, recibimos reconocimiento. Esa dosis de rechazo, reproche y humillación auto infringida se puede normalizar en el contacto con las personas que nos criaron.

Ahora toca hacer un inventario y tomar conciencia de las emociones que están detrás de cada frase de violencia, e intentar trabajar en todo aquello que es necesario perdonarnos para poder seguir adelante.

Nuestra historia de vida, nos ha demostrado que aprendemos cada día y que cuando volteamos hacia atrás, es común encontrarnos con lo que ahora juzgamos como “malas decisiones”; es aquí, donde podemos detenernos para reflexionar que ahora somos más sabios, que no podemos culparnos por algo que hicimos, en un momento donde no veíamos otras opciones, sentíamos que no teníamos algo mejor, o éramos incapaces de ver lo que ahora nos parece obvio.

Esta primera parte del perdón personal es de vital importancia, para después pasar a la fase de deshacernos del hábito de tratarnos con rudeza. No se trata solamente de un trato amable a nuestra persona, sino de un autocuidado consciente, pleno de amor, que nos permita hacer contacto con nuestras necesidades físicas, sociales y/o emocionales. El autocuidado nos permitirá sentirnos y apropiarnos de cada acción de manera responsable.

Amarnos significa medir nuestras emociones y hacer contacto con los pensamientos, para poder poner límites a los demás, para otorgarnos condescendencia y comprensión a nosotros mismos.

El ejercicio de hablarnos con las palabras más amables de nuestro léxico, no es un ejercicio artificial, sino el comienzo de la reconstrucción de nuestra estima. Es convocarnos a pensar nuevamente lo que dirigimos a nuestra persona en un momento de tristeza, enojo o miedo.

Haz de tu presente, el hábito de la comunicación con tu interior; crece en tu inteligencia interpersonal a través de un diálogo respetuoso. Eso también te hará consciente de cómo te diriges a las personas que amas.

Una estrategia útil para aprender a hablarnos con amor es hacer una lista de frases y palabras amables. Después, las repasarás como si quisieras memorizarlas; finalmente, te las regalarás para sustituirlas por cada frase violenta que dirijas hacia tu propia persona.

En resumen, primero, haz una lista de tus autolesiones; segundo, trabaja en lo que hay atrás de cada una de ellas; tercero, haz contacto con lo que necesitas y evalúa qué necesitas para conseguirlo; cuarto, sustituye tus frases lascivas por algunas de comprensión y afecto.